Intenta encontrar a alguien que sienta que se
le cae el mundo cuando discuten y que te abrace tirando su orgullo a la mierda,
que te contenga al abrazarte, y que lo haga con tal fuerza, que sientas que te
salen las tripas por la boca.
Intenta encontrar a alguien que te bese en la
calle mientras pasen otras personas por su lado, o que te bese dentro de un
taxi y no pare de hacerlo aunque ya hayan llegado a su destino.
Intenta encontrar a alguien que te haga reír
hasta llorar, y te haga reír cuando no puedes parar de llorar. A alguien que te
cubra con una sábana cuando te quedes dormida, y que le tenga envidia al sueño
por no poder ver tu mirada cuando cierras tus ojos.
A alguien que te haga sentir la chica más
afortunada del mundo, sólo por el hecho de tenerle. Pero sobre todo intenta
encontrar a alguien que no tenga que perderte para darse cuenta que te ha
encontrado. No busques que te inviten a tomar, que te paseen en carro, que te
hagan regalos, y que te digan cosas bonitas. Eso puede hacerlo cualquiera.
Al fin y al cabo, ¿quién no ha perdido la
cabeza alguna vez? Quién no se ha vuelto loco entre tanto sueño. No todos hemos
sido capaces de creer nuestras propias historias para aliviar. Y además las
palabras son inversamente proporcionales a todo lo que queremos decir. Quién no
ha tenido indicios de locura y se ha inventado momentos que nunca existieron
para aliviar un mal momento o para llenar un vacío…o quien no ha creído que las
letras de las canciones hablan de su vida sin pedir siquiera derechos de autor
sentimental…
No hay comentarios:
Publicar un comentario